Día 4, Lima amaneció con algunas avenidas principales completamente vacías, menos gente en los paraderos, menos vehículos y menos personas de mal vivir. Sin embargo en los primeros días de este decreto vimos a varios grupos dispersados en distintos puntos de la capital, grupos que poco o nada les importo la situación del país, gracias a esa muchedumbre el Presidente de la República declaró una medida mucho mas extrema: toque de queda.
Frente el panorama ante la pandemia del coronavIrus COVID-19, la presencia militar en la capital aumentó considerablemente, retenes con más hombres, más patrullaje a pie y con armamento de reglamento.
Por otro lado miembros de la Policía Nacional, envían mensajes mediante megáfonos tratando de todas formas concientizar a aquellos que todavía piensan que esto es un juego.
Desde las 8 de la noche de ayer miércoles, hasta las 5 de la mañana de hoy se dio el toque de queda, que una medida que no elimina el Estado de Emergencia, todo lo contrario la convierte en una medida mucho más radical evitando así que esos mismos revoltosos desconsiderados sigan haciendo de las suyas.
Cabe indicar que el toque de queda, es la prohibición total del derecho al libre tránsito y la suspensión de las garantías, la mejor medida, en estos momentos, para todos los peruanos para combatir al COVID-19.
