60 mil soles, una cantidad de dinero impagable para la mayoría de peruanos. Sin embargo, este es el escandaloso monto que llegan a cobrar por cuota de ingreso algunos de los colegios más costosos del país. Este es el tan solo el rostro más evidente de la disparidad en la educación peruana.
Y es que, aunque en los últimos años muchos colegios privados han eliminado la cuota de ingreso, esto no es para beneficio del bolsillo de los padres, pues ahora exigen una donación obligatoria que tiene además un monto establecido.
Un estudio hecho por el Ministerio de Educación indica que el costo de la cuota de ingreso y mensualidad se relacionan directamente con la calidad educativa de cada colegio, pero existen escuelas que solo pueden ser pagadas por ciertos sectores muy exclusivos de la población.
En muchos casos, las cuotas de inicio no son devueltas si el alumno cambia de colegio. Otras escuelas privadas realizan cobros indebidos por rifas o bingos y los padres temen acudir a Indecopi por miedo a represalias.
Esta es la situación de la educación en el Perú, un derecho fundamental pero con una disparidad que conmociona y refleja una realidad latente e innegable.