Los agentes del Escuadrón Verde luchan a diario para detener a los principales microcomercializadores de drogas. No solo deben trabajar arduamente para identificar a estos escurridizos sujetos, también tienen que lidiar con los amigos o familiares que los defienden.
Las intervenciones, usualmente se realizan entre disparos al aire y caos. La droga además está oculta con el máximo ingenio en los reposteros, en las cómodas, debajo de los colchones y hasta dentro de la refrigeradora.
Cuando quieren trasladar la ilícita mercadería de un lugar a otro, la esconden en lugares impensables como, por ejemplo, sacos de papas. Los agentes del Escuadrón Verde trabajan horas y días para recopilar pruebas. Si conoce a alguno, denúncielos en la comisaria de forma anónima.