Estaban dispuestos a todo. Provistos con balones de gas, bombas molotov y quemando llantas, un grupo de hombres, mujeres e incluso niños, todos miembros de una familia, se atrincheraron en una propiedad ubicada en la urbanización Santo Domingo en Trujillo para evitar ser desalojados.
Según dijo el abogado de la familia, tras la decisión judicial de desalojarlos estaría una mafia dedicada a la compra y venta de terrenos.
Al lugar llegaron alrededor de veinte efectivos policiales para retirar de la vivienda al numeroso grupo de personas que se mostraba firme en su propósito de quedarse en el lugar.
El representante del Poder Judicial, al observar la caótica situación, no encontró las condiciones y garantías necesarias para llevar a cabo el desalojo, por lo tanto decidió postergarlo, generando el júbilo en las personas que se encontraban atrincheradas.
Aún no ha sido programada una nueva fecha de desalojo, sin embargo los residentes han asegurado que volverán a tomar las mismas medidas.