Un anciano denunció a los ronderos de Cajamarca que su hijo lo agredía en repetidas ocasiones. El castigo no se hizo esperar y más temprano que tarde, el muchacho fue castigado a latigazos, pero esta no será lo único que lo espera.
Fernando Chuquilín, presidente de las rondas urbanas y campesinas, anunció que el joven se comprometió a dejar de ingerir bebidas alcohólicas, ya que la mayoría de las agresiones tenían lugar cuando el joven estaba ebrio.
Luego del castigo, el joven agresor pidió disculpas a su progenitor y aseguró que no iba a volver a faltarle el respeto.