Las rondas campesinas y urbanas capturaron a cinco ladrones trujillanos que se dedicaban a robar cobre y ganado, sembrando el pánico en una localidad de Cajamarca.
Y es que estos hombres indicaron que les gustaba el reggaeton y la cumbia, pero no el huayno. Por tal razón, los ronderos los obligaron a aprender el baile tradicional y los hicieron bailar con el chicote.
Cabe señalar que las rondas campesinas realizaron una larga investigación para dar con el paradero de los delincuentes. Precisamente, cuando pretendían robar el ganado de uno de los campesinos en un vehículo fueron atrapados.
Según testigos, en el auto donde se movilizaban hallaron herramientas que serían utilizadas para robar cobre de las empresas mineras.