La droga estaba oculta en medio del armazón de un bote de procedencia ecuatoriana, que fue abandonado a orillas del mar, en la playa de Canoas de Punta Sal, en Tumbes.
Los efectivos policiales antidrogas tuvieron que utilizar varias combas para desarmar la embarcación e incautar los 313 paquetes de marihuana, en forma de ladrillo, que se encontraban escondidos bajo la fibra de vidrio. Según las autoridades, los traficantes estarían utilizando una nueva ruta para transportar la marihuana hacia el sur del país, en los llamados ‘narcobotes’.
Para no levantar sospechas, el estupefaciente es dejado en pequeñas embarcaciones, supuestamente abandonadas, para luego ser recogida y distribuida por traficantes peruanos. Representantes de la Policía indicaron que todo el cargamento pesa cerca de 350 kilos y estaba marcada con la letra ‘Q’.
