El cantante ecuatoriano visitó el centro penitenciario Víctor Ponce Lindo de Huaraz y ofreció un espectáculo como parte de un programa de resocialización del interno. Entre los sentenciados que acompañaron a Segundo Rosero durante su presentación estuvo la madre de la controvertida Yasmy Marquina o mejor conocida como la "Gringasha". María Isabel Casas de Dios acompañada de algunas amigas corearon a viva voz "Nadie es eterno" y "Cuéntame cómo te va", éxitos del ídolo del bolero. De esta manera los presos dejaron sus celdas para disfrutar de un momento de confraternidad.