El jirón Huanta, en el Cercado de Lima, se ha convertido en una trampa diaria para choferes, motociclistas y vecinos que deben atravesarlo para salir del Centro. A lo largo de varias cuadras, la pista presenta huecos profundos, desniveles, tierra suelta y montículos de basura que complican la circulación y dañan vehículos.
VÍA EN ABANDONO
En un recorrido realizado por el equipo de Buenos Días Perú en la cuadra 13, se comprobó que el forado más grande —el mismo que generó múltiples denuncias— fue parchado recientemente. Sin embargo, el arreglo es provisional: hay tierra removida alrededor y una cinta que advierte trabajos inconclusos. El resto de la vía sigue en pésimo estado.
Los conductores que usan esta ruta a diario aseguran que la situación lleva meses sin atención. “Ese hueco lo taparon después de tres meses. Esto es una desgracia”, cuenta un vecino. “Parece trocha, peor que la sierra. Toda la cuadra está igual y sube hasta Plaza Italia”, reclama otro conductor indignado.
Los vehículos pequeños son los más perjudicados. Los baches dañan el sistema de suspensión, generan congestión al obligar a todos a usar un solo carril y forman cuellos de botella desde Amazonas hasta Grau.
“Nos malogra todo: amortiguadores, soportes… y encima solo queda un carril. Se vuelve un caos”, señala un taxista.
Para quienes se trasladan en motocicleta, la situación es aún más riesgosa. Los desniveles obligan a maniobrar peligrosamente, y algunos motorizados incluso optan por subir a las veredas, lo que expone a peatones y personas en silla de ruedas.
“Manejar aquí es un peligro. Traigo a mi esposa en moto y es imposible avanzar. Los huecos te botan”, afirma un vecino.
Cruzar la vía empujando una silla de ruedas es casi imposible debido a los agujeros y la falta de rampas.
Aunque el jirón Huanta cuenta con dos carriles, casi todos los vehículos se pegan al lado derecho para evitar los forados más profundos. Ese desvío constante genera tránsito lento y eleva el riesgo de accidentes.
Los residentes coinciden en que la zona parece haber sido abandonada por las autoridades. “No sé qué hacen los alcaldes. Solo ponen relleno y nada dura. Necesitamos una solución real”, reclama un vecino.


