El puente Santa Rosa, una de las principales vías peatonales que conecta el Rímac con la avenida Tacna en el Cercado de Lima, se ha convertido en un peligro latente. Varias de sus barandas de fierro han sido robadas o se han desprendido por la falta de mantenimiento, dejando amplios espacios por donde un niño o un adulto podrían caer directamente al cauce del río o contra el concreto.
HACEN LLAMADO A LAS AUTORIDADES
Las imágenes son alarmantes: las estructuras metálicas están oxidadas y carcomidas por el paso del tiempo, lo que facilita que sean arrancadas para venderse al peso. En algunos tramos, basta ejercer una ligera presión para que las piezas se muevan, mientras que en otros, los huecos son tan grandes que representan un riesgo mortal para quienes transitan a diario por la zona.
“Todos los días pasan niños por aquí camino al colegio. Esto lleva más de un mes así y nadie ha venido a repararlo”, denunció una vecina, quien contó que debe sujetar con fuerza a su hija para evitar accidentes.
El peligro es aún mayor porque los espacios abiertos dan hacia zonas de concreto y piedras debido al bajo caudal del río, lo que podría causar lesiones graves o incluso la muerte en caso de una caída.
Los vecinos exigen a la Municipalidad de Lima que intervenga de inmediato con trabajos de reparación y mantenimiento, antes de que ocurra una tragedia.