En medio de la protesta que mantiene paralizados a 160 buses de la empresa Huáscar en San Juan de Lurigancho, el testimonio de una conductora con casi tres décadas en el rubro reveló el profundo nivel de miedo, indignación y abandono que viven quienes se dedican al transporte público.
“Salimos a trabajar con temor de que no podamos volver a nuestras casas… con el miedo de que alguna moto lineal se pare al costado. Para nosotros esto es un trauma psicológico”, contó entre lágrimas. “Lo único que queremos es trabajar en paz, vivir en paz. Tenemos familias, hijos, padres… y esto ya rebasó los límites”.
La mujer, madre soltera de tres hijos, afirmó que su familia le ruega que no salga a trabajar: “Ellos ya no quieren que su madre se vaya a trabajar porque temen que no regrese”. Sin embargo, la necesidad la obliga: “Somos madres solteras, tenemos hijos y personas con discapacidad. Necesitamos llevar un pan a la mesa”.
LLAMADO A BOLUARTE Y AL CONGRESO
Con la voz quebrada, dirigió un duro mensaje a las autoridades: “Señora Dina Boluarte, haga algo por nosotros. ¿Qué quiere, que el Perú se quede sin transportistas?. Mientras el pueblo se desangra, ustedes están bien sentados llenándose los bolsillos. Acuérdense de que están donde están por nosotros”.
La conductora denunció que incluso pagando cupos a las mafias, los montos aumentan constantemente. “Vamos a trabajar solo para pagar. La paz no se compra, la paz se exige”, sentenció. También relató que ahora deben vigilar quién sube y baja del bus, pues los atacantes se hacen pasar por pasajeros: “Suben y disparan a matar sin compasión”.
Finalmente, comparó la actual ola de violencia con la época del terrorismo: “Es como si estuviéramos viviendo aquellos tiempos otra vez. Por favor, hagan algo. Estamos psicológicamente dañados. Solo queremos trabajar sin miedo”.