Dos obreros fueron atacados a balazos en las afueras de una construcción ubicada en el distrito del Rímac, luego de que dos sicarios llegaran en moto y abrieran fuego sin mediar palabra. Uno de los trabajadores resultó herido de bala y permanece en la unidad de cuidados intensivos.
“El chico del balazo, ante la adrenalina, ha corrido y la bala le impactó a la altura del riñón. Su situación es complicada”, informó el alcalde del Rímac, Néstor de la Rosa Villegas, quien llegó al lugar tras el atentado.
Según las primeras investigaciones, los delincuentes dejaron una carta extorsiva firmada por ‘Los Injertos del Rímac’, una banda que había sido desarticulada hace apenas una semana. Las autoridades sospechan que el ataque sería una represalia por la captura de Erick Moreno Hernández, alias el Monstruo, líder de una organización criminal internacional.
“Ante la captura del ‘Monstruo’ puede generarse una insurgencia delincuencial. Por eso he pedido que se declare el estado de emergencia en toda Lima”, advirtió el burgomaestre. “Hay que pensar que esto es similar a lo que ocurrió cuando capturaron a Guzmán. Necesitamos la salida del Ejército, la Marina y las Fuerzas Armadas para apoyar el trabajo policial”, agregó.
El ataque ocurrió a escasos metros de una dependencia policial, lo que ha encendido las alarmas en la zona. Para la autoridad edil, la situación actual supera incluso a la época del terrorismo. “Estamos pasando momentos más difíciles que el terrorismo. Antes había un atentado a la semana; ahora hay atentados cada hora. Atacan a niños, mototaxistas, comerciantes, a todos”, advirtió.
PIDE PATRULLAJE DE LAS FUERZAS ARMADAS
De la Rosa también pidió medidas complementarias, como restablecer el uso obligatorio de chalecos naranjas para motociclistas —una propuesta que impulsó y que, según dijo, redujo los índices delictivos— y prohibir que dos personas viajen en una misma moto lineal.
“Nosotros trabajamos con la Policía y la tecnología, pero no nos abastecemos. Si no atacan por un lado, atacan por otro. Necesitamos apoyo. Hay que decir basta”, reclamó.
El alcalde insistió en que la declaratoria de emergencia no solo permitiría el control territorial por parte de las Fuerzas Armadas, sino que también inyectaría recursos para reforzar el serenazgo y la seguridad ciudadana. “El Rímac está quebrado, pero trabajamos con inteligencia y tecnología. Solo pedimos que la distribución de recursos sea justa y equitativa”, puntualizó.