En medio de escenas de dolor e indignación, los restos de Sheyla Gutiérrez, la joven madre peruana asesinada en Estados Unidos, llegaron a Lima y fueron velados en su barrio de Breña. Familiares, amigos y vecinos se reunieron para darle el último adiós y exigir que su crimen no quede impune.
Sheyla viajó al extranjero en busca de un mejor futuro, pero terminó siendo víctima de feminicidio. El 9 de agosto fue reportada como desaparecida, horas después de contarle a su madre que denunciaría a su pareja, Jossimar Cabrera Cornejo, por maltrato físico y psicológico.
Poco después se difundió un video en el que se veía a Cabrera arrastrando una sábana con un bulto pesado, lo que encendió las sospechas. El 16 de agosto, el cuerpo de Sheyla fue hallado en California. Ese mismo día, Cabrera llegó al Perú junto a sus tres hijos, pero fue liberado en un primer momento por falta de una denuncia formal. Semanas más tarde, volvió a ser detenido y hoy cumple nueve meses de prisión preventiva con fines de extradición.
PIDEN JUSTICIA
Mientras se define su traslado a Estados Unidos para enfrentar a la justicia, la familia de Sheyla exige que el proceso avance con firmeza. Sus restos serán sepultados en Lima en las próximas horas.