Una emprendedora identificada como Mayra aseguró haber sido víctima de un fraude digital que le vació sus cuentas bancarias y le generó una deuda de más de S/30 mil, todo tras atender una llamada telefónica. “Me llamaron de un número extraño y, mientras conversaba, comenzaron a aparecer transacciones: primero S/999, luego S/2000 y más”, relató. Según su testimonio, no entregó datos de tarjetas ni contraseñas, pero durante la comunicación su teléfono se bloqueó y se reinició “como de fábrica”.
Mayra indicó que el primer contacto fue bajo la apariencia de una promoción de viajes. “La persona me hablaba como si fuera de LATAM, incluso me dijo mi nombre completo”, afirmó. Según explicó, el interlocutor insistía en mantenerla en la línea mientras, en segundo plano, se realizaban movimientos bancarios. “No me dejaba colgar, me hablaba y me hablaba… yo solo escuchaba”, comentó. La afectada agregó que técnicos consultados le advirtieron que “ahora hasta por llamadas te hackean, se meten al sistema y no sé cómo lo hacen”.
Cuestionamientos a la seguridad bancaria
El caso involucra operaciones realizadas en el Banco de Crédito del Perú (BCP), donde, según la entidad, “las transacciones fueron registradas de manera digital con ingreso de clave y método de autenticación”. Mayra rechaza esta versión: “Yo estaba en la llamada, ¿cómo voy a estar autenticando nada? Me endeudan con S/20 mil de préstamo y encima me culpan”. La víctima aseguró que en total le sustrajeron más de S/30 mil, incluidos fondos en otras agencias financieras. “Es más fácil guardarlo en tu colchón o en una cajita de lata de leche. En el banco hacen lo que se les da la gana con tu dinero y nadie se hace responsable”, lamentó.
Mayra también cuestionó la respuesta que recibió al presentar su reclamo: “Un poco más y me mandan con la señora del tsunami, o con el cuy mágico, o con mi villano favorito… así de ridícula es la respuesta”. La emprendedora, que trabaja de lunes a domingo, dijo sentirse indefensa frente a la vulnerabilidad del sistema: “¿Cómo es posible que uno no pueda confiar donde deja sus ahorros?”. El caso sigue en investigación policial, mientras la víctima espera que las entidades financieras asuman su responsabilidad.