Desde temprano, los veteranos de guerra y la pacificación nacional fueron los primeros en llegar a la avenida Brasil, donde se desarrolló la Gran Parada Cívico-Militar. A paso firme y con el rostro en alto, desfilaron quienes combatieron en el Huallaga, el Mantaro y otras zonas de emergencia durante los años más duros del terrorismo.
“Defendimos nuestra patria con honor. Si el Perú nos llama otra vez, estaremos ahí, hasta morir”, declaró uno de los excombatientes del operativo Alto Cenepa 95.
También estuvieron presentes los héroes de la Operación Chavín de Huántar y exmiembros del Gein, grupo élite de inteligencia que logró la captura de Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso.
“No solo combatimos el terrorismo, también defendimos al país de ideologías extremistas que buscaron tomar el poder. El Perú no olvidará a quienes dieron su vida por la democracia”, expresó uno de los agentes condecorados.
Homenaje al legado de los bomberos
El desfile también rindió tributo al Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, con una muestra de su equipamiento histórico. Uno de los elementos más simbólicos fue el traje de la Bomba Roma 1, que data del siglo XIX y recuerda al primer mártir del cuerpo tras un incendio en la actual iglesia La Merced.
“Nuestra historia está marcada por el sacrificio. Desde 1868 hemos perdido a 48 efectivos. Hoy marchamos por ellos”, señaló un representante de la bomba Roma.
Paramédicos, personal del Indeci y otras instituciones civiles también formaron parte del desfile, reafirmando su compromiso con la defensa y protección de todos los peruanos.
Una vez más, el país rindió homenaje a sus verdaderos héroes: los que estuvieron —y estarían— en primera línea por amor al Perú.