Geraldine Sánchez Núñez, una joven madre peruana que había emigrado a Italia en busca de una mejor vida para sus hijos, fue asesinada por su expareja Alexander Vilcherrez Quilla, quien viajó desde Lima con un solo propósito: matarla.
ESCOBROSOS DETALLES
La mujer, que residía desde hace un año en Milán, intentaba rehacer su vida lejos del infierno que representaba su agresor, el padre de su hijo menor. Sin embargo, el pasado la alcanzó. Según relataron sus familiares, el feminicida llegó a Italia hace unos meses y pese a que tenía una orden de alejamiento, volvió a acercarse a ella.
Fue su propio hijo quien, alarmado por su ausencia, intentó contactarla el día del crimen. Al no obtener respuesta, insistió hasta que finalmente alguien contestó: era Alexander. “Ya logré mi cometido”, le dijo fríamente por teléfono. Los menores lo retuvieron hasta que llegó la policía italiana.
La escena fue aún más escalofriante. Después de matarla, Alexander usó el celular de Geraldine para tomarse una selfie junto a su cuerpo y escribió: “Mi verdadero amor”.
“Ella era una luchadora, una guerrera. Se fue a Italia para darles una mejor vida a sus hijos porque aquí no recibía apoyo”, contó su hermano, visiblemente afectado. Toda la familia sabía del carácter violento del agresor. Geraldine vivía con miedo, y en más de una ocasión se refugió en casa de sus hermanos para escapar de sus ataques.
A pesar de que Alexander fue detenido en Italia por violencia y se le impuso una orden de alejamiento, volvió a acercarse a la víctima. Ahora permanece bajo custodia de las autoridades italianas.
Mientras tanto, en Villa María del Triunfo, sus familiares solo pueden velar una fotografía. Piden a Cancillería que acelere los trámites para repatriar el cuerpo. “Han pasado cinco días y no tenemos respuesta”, denuncian.
Los dos hijos de Geraldine han quedado bajo el cuidado de su abuela en Italia.