Carlos Advíncula, chofer de la empresa de transportes El Rápido, fue asesinado el último sábado por la noche por un falso pasajero que lo atacó por la espalda. El crimen ocurrió mientras realizaba su jornada habitual. El asesino huyó en una motocicleta y escapó con un celular en la mano, sin que nadie lo detuviera.
TRABAJABA MÁS DE 18 HORAS Y SIN GARANTÍAS
El cuerpo del conductor fue velado en su vivienda de Carabayllo, donde su familia lo despidió entre lágrimas. Advíncula era padre de cuatro hijos de 17, 10, 8 y 6 años. Trabajaba más de 18 horas diarias, desde la madrugada hasta pasada la medianoche, sin seguro ni ahorros. Su familia ha quedado en el abandono.
“Trabajaba con miedo, pero la necesidad lo obligaba. Dormía apenas tres o cuatro horas. Solo quería llevar el pan a su casa”, relató uno de sus allegados.
Carlos ya conocía los riesgos de su trabajo. Semanas antes de su asesinato, otro conductor de la misma empresa sobrevivió a un ataque similar. Fue interceptado por extorsionadores mientras cobraba el pasaje. Uno de ellos sacó un arma y disparó varias veces. El chofer logró huir, pero denunció que la empresa minimizó el hecho. “Le dijeron que todo estaba arreglado, que saliera a trabajar tranquilo”, declaró un pariente.
El crimen ha desatado la indignación de sus familiares, quienes cuestionan la inacción del Estado. “Esto ocurrió en una zona transitada, a pocas cuadras de la comisaría. ¿Dónde están los militares? ¿Dónde está el compromiso real de las autoridades?”, reclamó un familiar durante el velorio.