La violencia y la extorsión han paralizado completamente las operaciones de la empresa de transportes 11 de Noviembre, en el distrito de Carabayllo. Más de 200 trabajadores, entre conductores y cobradores, se rehusaron a salir a trabajar este lunes tras el asesinato de su compañero Jonathan Silva Padilla, atacado a balazos el último viernes mientras cumplía su ruta.
“A nuestro compañero le han quitado la vida con arma de fuego. Suben a los carros amenazando, dicen que no se están pagando los cupos, cuando en realidad sí se están pagando”, señaló uno de los trabajadores.
Según testimonios recogidos en el lugar por Buenos Días Perú, los extorsionadores exigen cinco soles diarios por cada unidad para permitir que circulen sin represalias. Este pago, indicaron, se realiza a través del derecho de administración que los conductores entregan a la empresa.
“Nosotros aportamos cinco soles diarios. No entendemos por qué continúan las amenazas. Queremos que el gerente dé la cara y nos diga qué está pasando”, expresó otro conductor.
EXIGEN GARANTÍAS
Los trabajadores se concentraron desde las 3:00 a.m. en el patio de operaciones ubicado en la zona de Punchauca, exigiendo una respuesta inmediata de la empresa y presencia policial, que, hasta pasadas las 8:00 a.m., seguía ausente.
“Estamos aquí desde temprano, pero ni un solo dirigente se ha acercado. Y tampoco hay un patrullero ni presencia de serenazgo. ¿Dónde está la seguridad?”, cuestionaron.
Además del asesinato de Silva Padilla, otros dos conductores resultaron heridos en ataques previos. Pese al temor generalizado, los trabajadores insisten en mantenerse unidos hasta que las autoridades actúen y garanticen su integridad.
“Todos estamos aquí por una sola causa: nuestra seguridad. No vamos a salir a trabajar hasta tener garantías”, afirmaron.
La empresa 11 de Noviembre cubre la ruta entre Carabayllo y San Luis. Por ahora, sus unidades permanecen inactivas, dejando a cientos de usuarios sin servicio y a decenas de familias sin ingresos.