La vibrante música y los pasos de baile quedaron en silencio en la Academia Artes del Perú, una escuela de marinera con más de 10 años de funcionamiento en Comas, que resultó gravemente afectada tras el sismo de magnitud 6.1 registrado el domingo 15 de junio.
El cuarto piso del inmueble donde funciona la academia sufrió severos daños estructurales. La pared lateral colapsó parcialmente, dejando bloques de concreto y vidrio esparcidos por el suelo. “Mire cómo ha quedado la pared, completamente destruida. Esto ya no tiene solución, hay que demolerlo”, explicó Marco Matías, reportero de Buenos Días Perú que ingresó al lugar.
La fundadora y profesora principal, una reconocida campeona de marinera, expresó su pesar por el impacto emocional y económico del cierre. “Después de tantos años difundiendo la cultura, ahora tenemos que parar de un momento a otro. Las mamás y los pequeños me dijeron ‘nos vemos el miércoles’, y mire ahora toda esta desgracia”, declaró conmovida.
Por motivos de seguridad, las clases se han suspendido indefinidamente. “Es un sustento que se detiene. Esta era mi fuente de ingresos y también el trabajo de otras personas. No nos queda más que agradecer a los alumnos por su apoyo y cuidar su integridad”, señaló la maestra.
MÁS VECINOS AFECTADOS
El daño no se limita a la academia. Cuatro viviendas del mismo edificio han quedado comprometidas, incluyendo baños colapsados, muros con riesgo de caída, y grietas visibles desde los cimientos hasta el techo. En una de ellas vive una familia de cuatro hermanos, quienes han habitado el inmueble por décadas.
“Esta casa fue construida por mis padres hace más de 40 años. Hemos vivido varios sismos, incluso el del 2007, y nunca pasó algo así. Ahora todo está agrietado. Sentimos que en cualquier momento se nos cae encima”, contó uno de los propietarios.
En una inspección preliminar, se concluyó que varios muros y ambientes deben ser demolidos. La inversión para rehabilitar solo una de las habitaciones se estima en más de 2000 soles, sin contar el refuerzo estructural que el resto del edificio necesitaría.
El temor a las réplicas mantiene en vilo a los vecinos, quienes piden la presencia urgente de la Municipalidad y Defensa Civil para realizar una evaluación técnica. También piden apoyo para la reubicación de la escuela y las familias afectadas.
“Si el sismo hubiera sido más fuerte, esta casa no estaría en pie”, sentenció uno de los inquilinos, mientras mostraba los restos de muros caídos y tuberías expuestas.
