El sismo de magnitud 6.1 registrado la mañana del domingo 15 de junio, con epicentro en el Callao, dejó una estela de miedo y daños materiales en varias zonas del primer puerto. Uno de los puntos más afectados fue el jirón Colón, donde se reportaron derrumbes parciales, rajaduras profundas y calles bloqueadas por la caída de estructuras.
En la cuadra cinco, una vivienda de tres pisos quedó seriamente comprometida. La pared del cuarto piso colapsó completamente, y los ladrillos impactaron cables del tendido eléctrico, dejando al descubierto el riesgo de electrocución. El tercer piso presentó fisuras visibles en muros de carga, mientras que la zona fue cercada por la municipalidad como medida de precaución.
A pocos metros, una pared de otra vivienda se desplomó sobre el acceso a una quinta, bloqueando el pasadizo principal y poniendo en peligro la evacuación de decenas de familias. “Salimos corriendo, pero no podíamos abrir la puerta. El bloque cayó justo en la entrada”, contó un vecino.
Las autoridades locales instalaron mallas metálicas y cintas de seguridad, mientras personal de serenazgo cerró algunas calles para evitar accidentes. A pesar de los daños, no se reportaron personas heridas ni víctimas mortales en esta zona.
Vecinos señalaron que muchas viviendas antiguas, algunas construidas con adobe y quincha, siguen en pie pero muestran grietas preocupantes. En otros casos, las construcciones más recientes, hechas con material noble pero sin supervisión técnica, también colapsaron por falta de estructuras de amarre.
“El sismo fue fuerte. Todo se vino abajo. Esa casa se alquila, pero no sabemos cómo está por dentro. Lo que cayó fue parte del balcón. Felizmente nadie salió herido, pero esto pudo ser una desgracia”, advirtió una vecina.
COMUNA SE PRONUNCIA
El gerente de gestión de riesgos de la Municipalidad del Callao reconoció que existen al menos cinco puntos críticos que requieren intervención inmediata. Algunas casas, incluso deshabitadas, comenzaron a desmoronarse. “Esas viviendas ya están para demolición”, afirmaron los vecinos.
Ante el temor de nuevas réplicas, los residentes exigen evaluaciones estructurales urgentes y la presencia de Defensa Civil en las zonas más afectadas. También pidieron que se verifique si los locales comerciales cuentan con los permisos y medidas de seguridad correspondientes.
“Esto no puede seguir así. Si hay otro temblor, no salimos. Nos cae todo encima”, dijo una comerciante del mercado cercano.