Refuerzo de seguridad no disipa el miedo: usuarios del Corredor Rojo siguen en alerta tras atentado

Un bus del Corredor Rojo fue atacado a balazos el último viernes a la altura del estadio Monumental, en la avenida Javier Prado. Una motocicleta siguió al vehículo y, al emparejarse con el conductor, abrió fuego, poniendo en riesgo la vida de numerosos pasajeros que a esa hora se dirigían a sus destinos.

El ataque ocurrió antes de las seis de la mañana y, según estimaciones, la motocicleta había seguido al bus durante cerca de 30 minutos. El conductor, conmocionado, detuvo la unidad tras el impacto en el parabrisas, mientras los pasajeros vivieron momentos de pánico.

USUARIOS PREOCUPADOS PESE A SEGURIDAD

Tras el atentado, la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) anunció la coordinación de medidas para reforzar la seguridad, incluyendo la contratación de policías en su día de franco para resguardar los paraderos y acompañar a los buses en los horarios de mayor afluencia.

En un recorrido realizado esta mañana en el distrito de Ate, Buenos Días Perú constató la presencia de patrulleros, agentes de la comisaría de Vitarte y personal de serenazgo en los paraderos. Sin embargo, no fue posible confirmar si efectivos policiales viajaban dentro de los buses, aunque se observó a un policía abordando una unidad de la línea 1.

Los usuarios expresaron su temor ante la creciente inseguridad. "De todas maneras sentimos temor, no sabemos si nos puede pasar algo en el camino", comentó un pasajero. Otra usuaria manifestó que "nos da miedo salir a tomar nuestros buses porque no sabemos si vamos a regresar bien".

El Corredor Rojo transporta a más de 180 000 usuarios al día, lo que convierte a la seguridad de su operación en una preocupación urgente. Las autoridades continúan investigando el ataque, que presuntamente estaría vinculado a redes de extorsionadores.