Una tragedia enlutó a una familia de Jicamarca la noche del último viernes. Una niña de siete años murió tras ser atropellada por una combi que circulaba en sentido contrario en el paradero Arenera. El conductor de la unidad se dio a la fuga, y dejó a la menor tendida en el asfalto y a su madre gravemente herida.
La pequeña, que estaba próxima a cumplir ocho años, había cruzado la pista junto a su madre cuando fueron embestidas. "Solo pido justicia para mi hija, que agarren a ese hombre para que lo encierren, porque dejó a mi hija botada, mi hija muerta en el instante", declaró entre lágrimas la progenitora.
CHOFERES IMPRUDENTES
Testigos señalaron que algunos conductores invaden la vía contraria para evitar los rompemuelles, y ponen en riesgo a los peatones. Imágenes captadas por Panamericana Televisión muestran cómo varios vehículos circulan en carriles indebidos e incluso sobre la vereda.
Según versiones preliminares, el conductor presunto responsable sería Valdés Garay Helber, padre del dueño del vehículo. Familiares de la víctima denunciaron que han intentado localizarlo sin éxito. "Nos mandan de un lado a otro con los policías, pero no aparece", señalaron.
El vehículo involucrado quedó con el parabrisas destruido debido al fuerte impacto. La Policía continúa con las investigaciones para ubicar al chofer fugado, mientras que los restos de la pequeña descansan ahora en el cementerio Carmen Rosa, en Villa Esperanza.