Un trágico incendio registrado la noche del último lunes en San Juan de Lurigancho dejó como saldo una persona fallecida y al menos cuatro heridos. El siniestro se produjo en una vivienda de tres pisos ubicada en la calle Las Arcillas, la cual también funcionaba como almacén clandestino de materiales inflamables.
Las llamas se propagaron con rapidez, provocando momentos de desesperación entre los vecinos que intentaron auxiliar a los ocupantes atrapados en el interior del inmueble. Según testigos, algunos de los heridos se lanzaron hacia viviendas colindantes para salvar sus vidas. Entre los lesionados hay personas con quemaduras de segundo grado, golpes y cuadros de intoxicación por inhalación de humo.
El Cuerpo General de Bomberos del Perú desplegó al menos diez unidades para controlar la emergencia, clasificada como código dos. Los restos de la víctima, presuntamente una joven de 24 años, fueron hallados en el primer piso, cerca de la entrada de la vivienda. Su identidad aún no ha sido confirmada oficialmente.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el incendio habría sido provocado por un corto circuito. Sin embargo, los bomberos también reportaron la presencia de esponjas, líquidos inflamables y materiales almacenados de forma irregular, lo que habría intensificado la propagación del fuego.
“Esto no puede seguir ocurriendo. No es justo que una vivienda funcione como fábrica clandestina”, reclamó una vecina afectada por el siniestro. El caso ha reavivado el debate sobre el uso ilegal de viviendas como depósitos o centros de producción sin fiscalización adecuada.