Roberto Jharén Quispe Tacza, un soldado de 19 años, fue asesinado de dos disparos en la cabeza y dejado a su suerte en la calle Las Palmeras, frente a un edificio en el distrito de Los Olivos.
El último encuentro
La noche del lunes 13 de enero, Roberto salió de su casa para asistir al cumpleaños de un vecino. La última vez que se comunicó con su madre fue a las 11 de la noche, cuando le indicó que regresaría pronto. Sin embargo, horas después, su madre recibió la desgarradora noticia de su muerte.
"Cuando me llamaron me dijeron que mi hijo estaba muerto. Fui corriendo y lo encontré agonizando. Lo llevaron al hospital Cayetano Heredia, pero allí solo certificaron su deceso", relató su madre entre lágrimas.
Un crimen sin piedad
Según testimonios, el joven militar fue bajado de la casa donde se encontraba y dejado en la vía pública, sin que se hubiera producido derrame de sangre. La violencia del crimen ha dejado atónitos a los familiares y amigos de la víctima.
Tras el asesinato, la Policía Nacional detuvo a cinco personas, quienes fueron trasladadas a la comisaría de Los Olivos para esclarecer los hechos. La familia de Roberto exige justicia y que los responsables paguen por su acción.
El cuerpo de Roberto Jharén Quispe Tacza será velado en su vivienda, mientras las autoridades continúan con las investigaciones para dar con los culpables de este lamentable crimen.
