Este 2025 se cumplen tres años del derrame de petróleo de la refinería de Repsol que afectó gravemente las playas de Ventanilla, Ancón y Santa Rosa. Según un informe de CooperAcción, el 60 % del petróleo derramado, equivalente a 7,200 galones, sigue presente en el mar peruano.
La pesca artesanal, principal sustento de la comunidad, permanece afectada. Además, bañistas y turistas que desconocen la situación visitan las playas y, al enterarse de la contaminación, optan por retirarse, lo que perjudica más a la economía del distrito.
RECLAMOS AL GOBIERNO Y A REPSOL
El alcalde de Ancón, Samuel Dávila, criticó la falta de cumplimiento por parte de Repsol en la implementación de su plan de mitigación y exigió al Ejecutivo, específicamente al Ministerio del Ambiente y la OEFA, una respuesta urgente. “Necesitamos acciones rápidas y efectivas. Ancón es un balneario que recibe a más de 50,000 visitantes cada fin de semana, y no podemos seguir soportando esta situación”, afirmó.
Mientras tanto, la municipalidad realiza esfuerzos para mantener las playas y el malecón limpios, disponiendo de personal de limpieza y seguridad. Sin embargo, el volumen de desechos, que alcanza las 30 toneladas cada fin de semana, y la inseguridad en la zona superan la capacidad del gobierno local.
Vecinos y autoridades coinciden en que no se debe permitir que el derrame sea olvidado. “La contaminación sigue afectando nuestras vidas, y las promesas de recuperación no se han cumplido”, expresó un pescador.
La espera de respuestas continúa, mientras los agraviados buscan reconstruir sus vidas en medio de esta tragedia ambiental.