En el asentamiento humano Cruz de Motupe, grupo 7, en San Juan de Lurigancho, un hombre ha convertido la fachada de su casa en un verdadero basural, causando molestias y preocupación entre los vecinos. La situación ha llegado a tal punto que la basura acumulada ya provocó un incendio en el pasado, y la zona se ha visto infestada de roedores, obligando a los residentes a adoptar gatos para mitigar la situación.
Los vecinos informan que esta persona, quien podría estar enfrentando problemas mentales, ha estado acumulando desechos durante años, incluyendo bolsas repletas de botellas de plástico y otros materiales inflamables, lo que representa una "bomba de tiempo" para la comunidad. A pesar de las advertencias y los intentos de limpieza, el individuo continúa recolectando basura, principalmente de un mercado cercano, y la deposita frente a su vivienda.
La comunidad ha realizado múltiples llamados a la municipalidad para intervenir y limpiar la zona. Además, los residentes sugieren que se brinde apoyo psicológico al individuo responsable de esta situación para prevenir futuros incidentes. La preocupación es tal que los vecinos temen por su seguridad ante la posibilidad de nuevos incendios y el continuo bloqueo de la vía pública.