En el distrito de La Victoria, los comerciantes de Gamarra están alarmados tras recientes enfrentamientos entre fiscalizadores municipales y presuntos grupos de extorsionadores. Este conflicto ha dejado varios agentes ediles heridos y ha exacerbado la preocupación de los mercaderes debido a la presencia de vendedores ambulantes y delincuentes que cobran cupos abiertamente en el amero A y B.
“Lamentablemente, la corrupción sigue presente y nuestra lucha es permanente tanto por la seguridad como por la informalidad que afecta el desarrollo de Gamarra”, declaró uno de los representantes del emporio comercial. Añadió que los picos de actividad durante festividades como el 28 de julio y Navidad agravan el problema. Los negociantes también se ven afectados por la inseguridad que estos conflictos traen a la zona, ya que impactan en el pago del alquiler y los pagos de personal.
“El responsable directo es el Ministerio del Interior, que no está articulando de manera eficiente. Este perjuicio no solo afecta a Gamarra, sino a todo el país, ya que abastecemos a todos los rincones de Perú”, sostuvo el vocero.
RESPONSABILIZAN AL MININTER
Los comerciantes están exigiendo más acción y coordinación por parte de las autoridades, especialmente en épocas de alta venta como julio, cuando la presencia de vendedores ambulantes es más prominente. “Cuando se realiza una buena planificación y coordinación con el ministro, como se hizo en diciembre, la situación mejora. Pero los cambios frecuentes en el ministerio han llevado a una pérdida de esta coordinación”, explicó el comerciante.
Actualmente, la seguridad en Gamarra sigue siendo una preocupación primordial, ya que, a pesar de que se ha destinado un mayor número de policías, la efectividad de estas medidas sigue siendo cuestionable. “Nos han asignado supuestamente 80 policías, pero no se ve su presencia,” señaló.
Este llamado a la acción se extiende al alcalde Rubén Cano y a la comisaría de la zona, a quienes se les pide más firmeza y una colaboración más estrecha con los comerciantes para combatir la criminalidad y la extorsión que plagan el área.