Fingieron ser clientes para pasar desapercibidos en una pastelería de Miraflores. Vestían con ropa elegante y caminaban con sus teléfonos de alta gama en las manos, pero en realidad eran carteristas que con manos de seda.
Estos ladrones son capaces de sustraer sus pertenencias sin que usted pueda notarlo y su nueva víctima fue una comensal a quien le robaron su cartera sin levantar la menor sospecha.
El reloj marcaba las 12 del mediodía con 13 minutos y la cómplice del ladrón parecía esperar a alguien. Luego la mujer se levanta de la mesa, y su compinche avanza hacia su víctima.
Ambos ladrones estaban conectados por llamada y el hombre se le cae algo que llevaba dentro del gabán, tal vez sea otra cartera robada, y rápidamente lo escondió entre sus prendas
Y es justamente en ese momento cuando ambos ladrones, sacan el bolso colgado de la silla, a pesar que la víctima había tapado su cartera con su saco, pero eso no fue impedimento para que los carteristas se salgan con la suya.
Cabe señalar que, pese a que el local cuenta con seguridad, no vieron salir a los ladrones y a eso se suma que pasaron varios minutos para que la víctima solicite ver las cámaras de videovigilancia tras percatarse del robo.
