Los dueños de negocios en San Juan de Lurigancho viven momentos de angustia debido a las constantes amenazas de extorsionadores. Recientemente, el propietario de un carwash en este distrito fue víctima de un ataque con un explosivo, utilizado como método de intimidación para exigir el pago de S/10 mil.
El pasado sábado, a las 2:43 de la madrugada, las cámaras de seguridad del local captaron a un desconocido encapuchado hablando por teléfono, quien dejó un artefacto explosivo en la puerta del negocio. Minutos después, el explosivo detonó, causando severos daños en el ingreso del establecimiento.
"Han llegado a contactarme y me empiezan a amenazar. Me escriben muchas cosas, parece que me estuvieran chequeando a cada rato. Nos vienen extorsionando todo este mes y nos piden una suma de dinero que no sabemos de dónde sacar, porque S/10,000 están pidiendo y de dónde vamos a sacar ese dinero si apenas sacamos para vivir acá", declaró la víctima.
El dueño del carwash ha estado operando en la misma ubicación por tres años sin haber tenido problemas previos con clientes o vecinos. Sin embargo, este no es el primer incidente de este tipo. El año pasado también fue objeto de extorsión, aunque el caso fue archivado después de que cesaron las amenazas.
VIVEN ATEMORIZADOS
En la misma zona, otros negocios han sido víctimas de este tipo de crímenes. En agosto del año pasado, un comerciante de motocicletas recibió amenazas similares, exigiéndole el pago de S/20,000 bajo la advertencia de sufrir graves consecuencias.
"Nosotros estamos al tope prácticamente con pagos de servicio, otros pagos, varias cosas que pagamos. Nos prestamos dinero incluso para hacer este negocio del billar, que recién queríamos salir con este negocio, pero lamentablemente no se puede. Más deudas que tenemos, nos han cargado ahorita las deudas del banco, préstamos que tenemos y que nos traten ahora de cerrar de esa forma. Entonces no nos permite crecer", detalló otra agraviado.
Estos incidentes han dejado a muchos emprendedores con sueños estropeados y desesperanza, mientras han visto pasar a seis ministros del interior durante la gestión de la presidenta Dina Boluarte, sin que ninguno haya encontrado una solución efectiva para combatir la creciente delincuencia organizada.