Sólo siete días fue el tiempo que duró el acuerdo de la Junta de Portavoces del Parlamento que obligaba a los congresistas a asistir presencialmente a los plenos del Congreso los días miércoles y jueves.
Sin embargo, los parlamentarios inmediatamente retrocedieron en esta disposición y la presencialidad quedó reducida a solo los jueves.
La marcha atrás de los padres de la patria nos deja como el único país de Sudamérica que aún mantiene la virtualidad en el Parlamento.
Muchos congresistas se sienten a gusto sobre esta modalidad, pero esto es cuestionado por el periodista Augusto Álvarez Rodrich, quien sostiene que parte del trabajo parlamentario es darle la cara al país.
“No es solo asistir al Congreso es también participar y dar la cara ante la prensa y esa es parte del trabajo de actuar con transparencia” señala el periodista.
“Lo que refleja es esa actitud déspota de que ya no les importa nada y sabes cuál es el problema principal? De qué cuándo ya tienes una aprobación de 8% ya más abajo no puedes caer” agrega Rodrich.
El también presidente del Instituto Prensa y Sociedad señaló que la presencialidad ya no tiene sentido en este contexto post covid y que mantenerlo obedece a otros intereses.
“Es evidente que este retroceso en lo que ya habían aprobado está orientado básicamente para que los congresistas puedan seguir de vacaciones y puedan estar con el teléfono en su prendido para votar cuando les diga sabe dios por qué porque ni siquiera entienden por qué cosa votan” señaló Augusto Álvarez Rodrich.