Las intensas lluvias en la sierra central han provocado la crecida del río Rímac, poniendo en riesgo varias viviendas ubicadas en la ribera del mencionado cuerpo de agua, específicamente en el distrito de San Martín de Porres. Se estima que unas 15 familias, que aún no han sido reubicadas, podrían perder sus hogares debido a esta situación.
A pesar de los riesgos, estas familias continúan viviendo en la zona, ya que el proceso de reubicación y entrega de los minidepartamentos construidos por el Ministerio de Vivienda en la urbanización Santa María (distrito de Carabayllo) tomará aproximadamente dos meses. Durante este tiempo, las lluvias podrían incrementarse, aumentando el peligro para estas viviendas.
MISAS
Los vecinos, conscientes del riesgo, se organizaron para realizar una misa y pedir protección divina para que el río no arrastre sus casas. Aunque algunas familias ya han sido reubicadas, aún existen inmuebles que continúan siendo utilizados.
La situación evoca eventos pasados, como la tragedia ocurrida el año pasado con la muerte de María Reyes y su hijo Rubén Flores, así como el incidente en el que un electrodoméstico casi causó la muerte de un agente de la unidad de rescate de la policía durante la búsqueda de cuerpos.
Los vecinos, que no tienen un lugar a dónde ir, esperan la reubicación prometida por el Ministerio de Vivienda y la Municipalidad de San Martín de Porres.