Marcia, visiblemente atemorizada por los recuerdos dolorosos de su expareja, Renzo Zúñiga Ahón, no puede creer que este haya salido de la cárcel, a pesar de haber aceptado su culpabilidad en la golpiza que le propinó, dejándola con moretones en diversas partes del cuerpo.
Zúñiga Ahón fue condenado a un año y 8 meses de prisión efectiva por el delito de violencia contra la mujer en agravio de su expareja. Sin embargo, la sorpresa y la consternación se apoderaron de Marcia al enterarse de la liberación de su agresor.
PIDEN JUSTICIA
Un grupo de amigos, vecinos y la hermana de la joven agredida salieron a las calles para pedir justicia al conocer la noticia de la liberación de Renzo Zúñiga. La condena inicialmente impuesta parecía proporcionar un respiro para la víctima, pero la situación tomó un giro inesperado.
"En mi cara, el fiscal le dijo al agresor: tú ya sabes el arreglo al que hemos llegado, porque para él las lesiones de mi hermana son totalmente leves. Este tipo viene siguiéndole hace mucho tiempo. Se para afuera de mi casa, yo tengo fotos, videos y el simplemente atina a decirme "la calle es libre". La sigue, la maltrata, la golpea siempre", señaló la familiar de la víctima.
La investigación del nuevo caso de agresión contra la mujer en nuestro país reveló que la víctima fue llevada con engaños a la casa del agresor, donde fue golpeada brutalmente. A pesar de la gravedad de los hechos, el agresor optó por someterse a la terminación anticipada, lo que resultó en su liberación.
La pena de Zúñiga se redujo a 87 jornadas de servicio comunitario, generando indignación y cuestionamientos sobre la efectividad del sistema judicial en casos de violencia de género.