En un operativo de desalojo realizado en el cruce de los jirones Cangallo y Santa Rosa, en Cercado de Lima, 80 familias han sido obligadas a abandonar un edificio de color amarillo que ha sido su hogar durante años. Según se ha informado, este sería el tercer intento de desalojo que enfrentan estas familias.
El edificio en cuestión pertenecería originalmente a una empresa estadounidense que hipotecó la propiedad y no cumplió con los pagos de la hipoteca, lo que llevó al banco a rematarla. El comprador resultó ser el propietario de un depósito ubicado al lado del edificio. Las familias, que incluyen a adultos mayores, niños y jóvenes, afirman que no fueron notificados del desalojo y se vieron sorprendidos por la presencia de un gran contingente policial en la zona desde las 6:30 de la mañana.
Los testimonios de los afectados revelan la confusión y el miedo que prevalecen en la situación. Una señora de avanzada edad, que ha vivido en el edificio durante 30 años, expresó su desconcierto y miedo, mientras que otra mujer, que ha vivido allí durante 20 años con su hija, afirmó que no tenía otro lugar a donde ir. Las familias también denuncian que una mujer les cobraba un alquiler mensual por vivir en el edificio. Sin embargo, no está claro esta fémina era la propietaria legítima del edificio o si también fue víctima de algún tipo de estafa.
En medio del caos, los residentes intentan rescatar sus pertenencias, mientras que los familiares y amigos que intentan ayudar se ven impedidos de hacerlo por el cordón policial. Las imágenes del desalojo muestran a personas mayores y niños sacando lo que pueden de sus hogares, mientras que las pertenencias, como refrigeradores, sillas, equipos de sonido y lavadoras, se acumulan en la calle.
