En el 2017, un terrible incendio se desató en la Galería Nicolini, en el Cercado de Lima, que cobró la vida de dos jóvenes. La tragedia destapó la crudeza de la explotación laboral, en este caso por parte de Vilma Zeña y Johnny Coico, que sometían a sus empleados a condiciones inhumanas. Solo Johnny Coico se encuentra actualmente cumpliendo condena por el incidente, mientras el paradero de Vilma Zeña permanece desconocido desde hace mucho tiempo.
La edificación, que luego del incendio fue inhabitable y finalmente demolida, está nuevamente en el centro de la polémica. Recientemente, se han descubierto construcciones, aparentemente ilegales, en el mismo lugar. Frente a esto, algunos propietarios del terreno están pidiendo a las autoridades municipales que tomen cartas en el asunto y detengan las obras ilegales que se están realizando.
Los mismos propietarios alzan la voz diciendo que las personas, que están instalando estos módulos de metal, están ignorando la copropiedad del terreno. Según ellos, los responsables serían los copropietarios que conviven en el primer piso. La solución al problema parece pasar por la legalidad, pues los propietarios que se sienten agraviados no descartan acudir a los tribunales para hacer valer sus derechos.
