Una mujer recibe diariamente llamadas aterradoras de parte de extorsionadores. La pesadilla de la madre de familia, quien evitó identificarse por temor a represalias, inició cuando decidió solicitar un pequeño préstamo a través de un aplicativo.
Con el dinero solicitado esperaba invertir en un negocio, pero ahora asegura que debe devolver un dinero que nunca solicitó y que se excede del monto que pidió.
En un chat se evidencia el voucher de uno de los pagos que realizó hace poco para evitar que atenten contra su vida y la de su familia, pero no solo las amenazas son dirigidas a su familia sino también a sus amistades más cercanas a quienes también le piden dinero.
Tenga mucho cuidado con los aplicativos móviles de préstamos, recuerde que las instituciones crediticias deben estar regulados por la Superintendencia de Banca y Seguros.