La prostitución no es mencionada en la Constitución ni está tipificada como delito por el Código Penal, por lo que se constituye en una actividad lícita, que puede ser calificada como trabajo, merecedora de protección constitucional y legal.
Pero en la práctica las trabajadoras sexuales sufren constantes maltratos y no encuentran respuesta muchas veces por parte de las autoridades, por lo que se sienten abandonadas.
A esto se suma el incremento de las mafias de proxenetas que no solo las explotan y extorsionan, muchas veces dejando un rastro de asesinatos en las calles de Lima.
NOS ESTÁN MATANDO
En los estudios de Buenos Días Perú, la extrabajadora sexual y excandidata al Congreso, Ángela Villón, fue tajante al señalar que: “No están matando y a nadie le importa”
“Le preguntamos al Gobiernos cuántos cadáveres necesita para atender sus derechos (…) Sabemos que la policía está metida en esto (…) no atienden nuestras denuncias y hasta las desaparecen” agregó sobre el negocio de la prostitución en nuestra capital.
“Este abuso contra las trabajadoras sexuales no es algo resiente que llegó con la venida de mafias del extranjero, siempre ha pasado” manifestó, “El trabajo sexual en el Perú no es delito (..) somos seres humanos y hace un servicio a la comunidad”.
Ángela Villón, desde los 17 años se enroló en el comercio del sexo por lo que conoce desde adentro su problemática y considera a la prostitución como cualquier otra labor digna con la que ha podido educar a sus cuatro hijos, todos profesionales.
En otro momento la excandidata al Congreso considera que la solución inmediata es que se Forme una comisión especializada para entender sus denuncias (…) ya que a la fecha hay más de 70 trabajadoras sexuales asesinadas y muchas desaparecidas”.
“Exigimos al ministro del Interior tome cartas en el asunto, somo seres humanos y no están matando” enfatizó.