Cuatro menores de edad eran obligados a cumplir intensas jornadas laborales, de más de 12 horas diarias. Ellos formaban parte de una cadena de producción de más de 200 pipas de marihuana.
El golpe a los tratantes se realizó en la urbanización Señor de la Soledad en San Martín de Porres. Con el objetivo de ganar dinero a toda costa, los menores y otras cuarenta personas estaban expuestos a insumos altamente tóxicos, para cautivar a los adictos del cannabis.
"La manipulación de los insumos era tóxica, no tenían ningún elemento de seguridad bio industrial, que afectaban su salud", señaló la PNP.
INCAUTACIÓN
Agentes de la Dirección contra la Trata de Personas de la Policía incautaron toda clase de pipas de forma erótica, fabricados con diseños de hongos alucinógenos y personalizados a pedido del cliente.
El saldo del operativo fue cuatro menores rescatados y una persona detenida identificada como Daniel Barreto Ramos, dueño del establecimiento, un taller de artesanía.
