En estos tiempos de pandemia por el SARS CoV-2, en el distrito de San Juan de Lurigancho, el agua vale más que el oro, por eso un balde de este líquido vital perdido es como un día sin ducha. En esta zona de Lima sus vecinos vivían con el temor es que otra vez se repita lo de hace dos años, otro aniego en sus calles.
Más de dos años han pasado del dantesco aniego que cubrió de aguas servidas la urbanización Los Jardines en SJL aunque las calles ahora lucen limpias, la falta de agua sigue siendo un serio problema. Este es el drama de la señora Teodora y su esposo Víctor, son dos ancianos, que viven solos y luchan todos los días contra este problema, la falta de agua potable.
En carne propia
Luego de haber escuchado la historia de la señora Teodora, un reportero de “Buenos Días Perú” comprobó en carne propia que tan difícil es cocinar con una sola jarra de agua, en una humilde casa, donde es un pecado capital desperdiciarla y se cuida hasta la gota más pequeña.
Cabe señalar que aunque el servicio de agua muchas veces escasea algunos días a la semana, el recibo llega puntual y hay que pagarlo y esta pareja de ancianos paga en promedio 45 soles mensuales.