El último domingo cerca de 50 viviendas de material noble quedaron convertidas en cenizas y dejó a alrededor de 60 familias sin pertenencias. Muchos han debido pernoctar en pequeñas carpas elaboradas precariamente con plásticos, mantas y maderas que han podido rescatar.
Según algunos de los afectados, los vecinos aledaños los habían amenazado en algunas ocasiones pues no los querían en la zona, por lo que no descartan que el incendio haya sido provocado.
El siniestro destruyó sus alimentos, pertenencias, documentos, por lo que las personas damnificadas piden ayuda de las autoridades para sobrellevar esta difícil situación. Algunas personas solidarias han llegado al lugar llevando alimentos y algunos víveres, sin embargo, las familias afectadas requieren la ayuda de las autoridades.