Luego de las agresiones del último lunes en el Mercado Central entre ambulantes y fiscalizadores de la Municipalidad de Lima, decenas de personas que venden en las calles salieron a marchar para que los dejen trabajar. Los vendedores informales piden a las autoridades que les den alguna solución, pues de lo contrario continuarán con las marchas.
La última marcha generó un enfrentamiento y este no sería ni el primero ni el último que se ha registrado en las diferentes calles del Centro de Lima.
Si bien es cierto se entiende la necesidad de las personas de trabajar, realmente es peligroso andar por estas calles pues las aglomeraciones no permite que se respete el metro de distancia para evitar mayores contagios por el COVID-19, ya que son realmente muy pocos los que respetan el distanciamiento social y que usan correctamente las mascarillas.
Cabe señalar que esta situación genera molestia y grandes pérdidas para los comerciantes formales de las diferentes galerías que se encuentran en el Mercado Central.
