Tragedia. La familia cuya vivienda fue incendiada con bombas molotov en un violento desalojo en el Callao continúa denunciando irregularidades, luego de que cuatro personas resultaran con quemaduras y una mujer falleciera tras presentar el 60% del cuerpo quemado.
Alejandro, su hijo, denunció que las autoridades pretenderían decir que la muerte se debió al COVID-19, cuando los médicos le indicaron que las quemaduras en su cuerpo hacían poco probable que pudiera sobrevivir.
Según contó, una disputa familiar originó esta situación en la vivienda de la cuadra 1 de la calle Los Mirlos, donde una parte acabó siendo vendida a terceras personas por una prima, sin ningún aviso previo.
DENUNCIA QUE SOLO MIRARON
Durante el desalojo, contó, estuvo presente la policía, el fiscal y el abogado de la parte demandante, que solo se limitaron a presenciar el ingreso y el ataque de los matones. "Yo pedía auxilio y la policía solo miraba, quienes nos han sacado son los bomberos".
Asimismo, remarcó que el fiscal se retiró al ver la casa en llamas, afirmando que la diligencia "no procede". Ahora esta casa ha quedado calcinada e inhabitable. Una persona más de las tres restantes que resultaron con quemaduras se encuentra grave.
La familia, que ha tenido que mudarse tras el hecho, pide garantías para su vida.