Aunque parece un anciano indefenso, Carlos Alberto Rambla Vásquez, alias “El viejo Piolín”, lleva 20 años estafando a limeños haciéndose pasar como trabajador de Sedapal.
Su modus operandi es el mismo. Detecta la vivienda donde se estaría manipulando el medidor de agua potable, llega al lugar junto a sus cómplices en un vehículo con el logo de Sedapal, y le pide cuantiosas sumas para no iniciar acciones legales.