Encerrados. Los vecinos de Pedro Astoquilca, el dueño de una bodega que falleció baleado el pasado viernes tras enfrentarse a un delincuente, optaron por cerrar sus calles en la urbanización Alipio Ponce con sacos, piedras, y los mismos arreglos funerarios de la víctima.
En declaraciones esta mañana a Buenos Días Perú, aseguraron que esta zona ha sido tomada por la delincuencia y los asaltos no se han detenido ni antes ni después del hecho de sangre. Una de las vecinas que proporcionó imágenes de las cámaras a la policía fue amedrentada de un disparo.
Señalaron que Astoquilca era un vecino muy querido por brindar trabajo en la zona y optó por resistirse al asalto ya que no era la primera vez que ocurría "todos tenemos derecho a la legítima defensa", señalaron.
La comunidad ahora pide la presencia del municipio y la alcaldesa de San Juan de Miraflores, Cristina Nina, pues se sienten totalmente desprotegidos.