Los sacerdotes se han reinventado y se han sumado a esta ola del uso de la tecnología para llevar consuelo a todo el que lo necesite en estos tiempos de pandemia por el nuevo coronavirus COVID-19.
Las bancas de los templos que antes estaban atiborradas de feligreses orando con tanto fervor ahora lucen solitarias, una imagen que se repite en cada iglesia o parroquia que ahora se han convertido en verdaderos puntos de transmisión para llegar a millones de fieles.
La idea es estar cercarnos, para que muchos puedan recibir una palabra de aliento en momentos difíciles, sobre todo cuando ahora muchos de nosotros hemos tenido que despedir a un familiar durante el estado de emergencia.
El ritual de la misa ha pasado a las pantallas, a un solo click, que es un beneficio para estos momentos de reflexión.
Y si usted se está preguntando si tendrá la oportunidad de volver a estos recintos de fe, son muchos los detalles que se vienen evaluando para evitar los contagios, lo cierto es que en estos momentos los pedidos para una misa se han incrementado sustancialmente.
De misas personales a misas comunitarias, parece no haber cupo pese a solicitarlas con anticipación por lo que los padres piden a los feligreses usar los comentarios como herramienta de petición.
