Los vecinos aseguran que viven desprotegidos en su distrito, donde la contaminación vuelve a ganar terreno en las playas de Pucusana y donde los pescadores informales salen en sus pequeñas barcas de a nueve, sin tomar distancia social.
Otros vecinos aseguraron que nadie fiscaliza ni controla en el distrito y que tampoco se han acercado a realizarles las pruebas de despistaje. Al parecer tratar de comunicarse con el alcalde Luis Pascual Chauca Navarro, habría sido difícil para los vecinos pues siempre les responden que no tienen tiempo y que está ocupado en actividades importantes.
Mientras en el desembarcadero pesquero artesanal la situación es distinta, pues allí se sigue estrictamente un protocolo de ingreso. Se pide desinfección de manos con cloro, toma de muestra de temperatura e implementos de vestimenta para seguridad como mascarilla, guantes y mallas para el cabello para poder manipular la pesca del día.