La panadería San Antonio tuvo que reinventarse para “sobrevivir”, pues el coronavirus dejaría a varias cafeterías, restaurantes y locales gastronómicos sin clientes por todo el año.
El gerente general de la reconocida pastelería San Antonio, Ruben Sanchez, explicó que nunca pensaron en cerrar, aunque el giro que han tomado ha sido difícil, pero decidieron regresar a la manera como iniciaron hace más de 100 años en Ica, como una bodega.
Añadió que otras de las medidas que se decidieron tomar fue conservar a sus empleados, ya que muchos de ellos tienen más de 30 años trabajando en la empresa. Asimismo, explicó que se han puesto en marcha diferentes medidas de higiene como limpieza de los zapatos con lejía a la entrada al local, desinfección de manos, exigencia de uso de mascarilla, entre otros.
El gerente indicó que el cambio de la pastelería a bodega se está implementando paulatinamente en alguna de sus tiendas, y se planea ofrecer servicio ‘delivery’ posteriormente.
Por otro lado, solo tendrán a cinco trabajadores en cada tienda cuando antes se tenían a 120 trabajadores. Además, comentó que dejarán de cocinar y solo se ofrecerán productos que puedan ser envasados al vacío.
