Desde hace algunos días, alrededor de 300 personas que se dirigen a la región San Martín siguen apostadas a lo largo de la carretera Ramiro Prialé buscando la manera de llegar a la ciudad de Tarapoto. Pese a la gran distancia, algunos pretenden hacerlo caminando.
Ante el peligro que representa dormir en la calle y el riesgo de contagio de coronavirus por no respetar la distancia mínima, este numeroso grupo, que acoge a adultos mayores, niños y personas con discapacidad, ha improvisado un campamento sobre el asfalto.
Ellos piden al Gobierno Central la llegada de vehículos que los conduzcan a su lugar de origen. No obstante, trascendió que los responsables de los traslados humanitarios son los gobiernos regionales, con quienes se debe coordinar para organizar el viaje de retorno.