Como se recuerda, un grupo de delfines pudo ser observado la tarde del pasado sábado en el mar de la Costa Verde recuperando su espacio, mientras la ciudadanía permanece aislada cumpliendo con la inmovilización social obligatoria que decretó el Gobierno ante la crisis sanitaria que vive el país por el nuevo coronavirus COVID-19.
Y es que la ausencia de personas en las playas ha permitido que diversas especies de animales regresen a estas zonas de la costa peruana, incluso hace poco cientos de aves fueron captadas en algunas playas de la capital.
Al respecto, la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, consideró que esta es una respuesta del medio ambiente a la contaminación que realiza el ser humano, por lo que dijo que es una oportunidad para aprender y optar por utilizar, por ejemplo, vehículos que no realicen emisiones.
Hablar de la costa verde es hablar de un emblema de nuestra capital, hoy un lugar casi paradisíaco en tiempos de cuarentena con la ausencia de bañistas, vehículos, embarcaciones ha convertido este lugar en casi casi una reserva natural.
En el día 17 en estado de emergencia y la naturaleza nos regala un maravilloso espectáculo, ya que los acantilados brota una vegetación con un color verde nunca antes vista, limpio de monóxido de carbono, el mar luce un color caribeño, y las aves han recuperado su territorio pero los más impresionante es el avistamiento de las mascotas de los mares, los juguetones y amigables delfines.
Recordemos que la capital es una de las ciudades más contaminadas de América Latina, gran culpa de ese nefasto título lo tenemos gracias a la contaminación de la actividad vehicular, una actividad que hoy es casi nula, es por eso que podemos afirmar que Lima respira mucho mejor.