Lima se ha convertido casi en una ciudad fantasma. El casco histórico de nuestra capital, fundado en 1535, luce sin gente en tiempos del coronavirus, y la ausencia de los limeños así como de turistas ha hecho de este lugar el más apacible, por el momento. Mirar los balcones y las calles vacías, nos remonta a la época del Virreynato, el escenario de la fundación española de la capital por Francisco Pizarro.
Los que sobrevuelan Lima con más libertad y derrepente con cierto asombro deben ser los gallinazos el símbolo de la Ciudad de los Reyes, ya que son protagonistas del escudo de la capital
El Palacio de Gobierno, imponente entre majestuosos edificaciones a su alrededor invita a tener una caminata perpetua, pero en tiempos del coronavirus un paseo por sus calles tendrá que esperar.
Otro lugar emblemático de Lima está ubicado en el histórico Barranco, es el Puente de los Suspiros, que fue, es y será cuna inspiración de artistas cantantes, políticos y escritores, con una vista es de ensueño y allí las propuestas de amor siempre terminan en un si.
En está nota acompáñenos por las calles vacías de Lima, una bella ciudad que podemos llamar con mucho orgullo nuestra casa.