Durante invierno, las Lomas de Amancaes se reverdecen y son refugio de diversas especies florales y de animales, pero en invierno se convierte en una zona atractiva para invasores que no tienen un lugar dónde vivir.
La municipalidad del Rímac desalojó a más de 40 familias que habían ocupado esta zona protegida, pues se planea convertir el cerro San Jerónimo en un espacio ecoturístico.
Pese a las críticas de las personas desalojadas, el alcalde del distrito, Pedro Rosario, respondió que el desalojo se realizó dentro de los plazos de ley. Personal de la municipalidad retiró viviendas precarias y esto generó algunos enfrentamientos entre la Policía y los vecinos, que aseguran que el cerro San Jerónimo no es una zona protegida.
Los vecinos desalojados, por su parte, amenazaron que regresarán y que su documentación respaldará sus acciones.